Esta iniciativa ha sido pionera en el uso de lámparas basadas en diodos emisores de luz blanca, que su por bajo consumo energético y larga vida útil resultan ideales para la durabilidad y sustentabilidad de proyectos de electrificación solar rural.
El bajo consumo energético reduce el tamaño de los equipos y por consiguiente su costo, permitiendo beneficiar a mas familias con un mismo presupuesto. La vida útil de las lámparas, superior a los 25 años, minimizan el riesgo de abandono y/o mal uso de los equipos solares. Sumado a esto, el haz de luz característico de este tipo de lámparas permite colocar la luz donde se requiere, facilitando actividades educativas y productivas.
Así mismo, en cada proyecto realizado se busca el involucramiento de la comunidad beneficiada, en el desarrollo, implementación y seguimiento, para de esta manera ofrecer una solución de largo plazo y detectar oportunidades de desarrollo humano durante la interacción con los habitantes.
El sistema básico de iluminación consiste en un panel solar, una batería recargable, controlador de carga y dos lámparas de estado sólido que ofrecen 4 horas de iluminación cada noche.
En un día soleado normal, la batería es recargada nuevamente mediante el panel solar; en días nublados, el panel solar puede funcionar a la mitad de su capacidad, por lo que los usuarios podrán usar sus lámparas por la mitad de tiempo.
El sistema completo puede operar por 25 años, excepto las baterías que requieren reemplazo cada 3 o 4 años dependiendo el uso. En cada proyecto se recomienda a los usuarios ahorrar un peso diario, para poder adquirir una batería nueva y/o componentes adicionales para sus equipos.
