SITUACION ACTUAL

Mas de 1600 millones de personas en el mundo carecen de electricidad, la gran mayoría vive en localidades apartadas y en paises en desarrollo.


A pesar que México cuenta con electrificación superior al 96%, aun existen 1 millón de familas que se encuentran en la obscuridad después de cada atardecer.

La falta de elctricidad ha obligado a las familas a recurrir al uso de iluminación combustible, lámparas de mano y recientemente equipos de electrificación solar.


ILUMINACION COMBUSTIBLE

Las fuentes de iluminación combustibles tales como velas, lámparas de petróleo y/o cualquier otro material inflamable, emiten gases tóxicos que causan serios daños a la salud  y presentan un riesgo constante de incendio y accidentes.

Así mismo, las emisiones producidas por este tipo de iluminación, tienen un impacto ambiental negativo, representando el 3% de las emisiones mundiales de dioxido de carbono; uno de los principales gases de invernadero que contribuyen al sobrecalentamiento global.


LAMPARAS DE MANO Y EQUIPOS A BATERIAS:

El empleo de lámparas de máno y otros equipos a baterías, sumado a la falta de concientización ambiental y un nulo sistema de recolección de basura, se traduce en un desecho masivo de baterías al medio ambiente, lo que presenta un constante riesgo de contaminación a sus propias fuentes de agua potable.

Tanto el empleo de iluminación combustible como la basada en lámparas de mano son altamente costosas;  representando comunmente de un 10% a un 25% del escaso ingreso familiar, que pudiese ser empleado para adquirir otros artículos de primera necesidad.

Además, la cantidad de luz producida por ambas es insuficiente, lo que dificulta dramáticamente el desarrollo de actividades educativas, recreativas y productivas por las noches; limitando en cierta manera el desarrollo humano.


ELECTRIFICACION SOLAR COMERCIAL:

Por otra parte, la implementación de energía solar (particularmente ofrecidos por empresas), ciertamente ha traído beneficios inmediatos para las familias sin electricidad; sin embargo por la calidad de los componentes, la apresurada instalación y la poca asesoría a los usuarios, esta solución ha sido comunmente de corto plazo.

En visitas a comunidades electrificadas con  equipos solares de 5 años de antigüedad (o más), es común encontrar instalaciones eléctricas improvisadas, las cuales son potenciales causas de incendio. 

Así mismo, es el uso de baterías automotrices es frecuente, que al no ser para aplicaciones solares, tienen una corta vida útil; convirtiéndose en una potencial amenaza de contaminación por plomo y ácido sulfúrico al ser arrojadas al medio ambiente.

Por otra parte, el uso de lámparas fluorescentes, en pocos años se traduce en un desecho masivo focos descompuestos, que además de ser frágiles y contener mercurio (altamente tóxico), son dificiles de adquirir por los usuarios; lo que obliga en la mayoría de las ocasiones a utilizar otras fuentes de iluminación menos apropiadas como focos automotrices.

En algunas ocasiones, familias han inclusive retornado al uso de iluminación combustible por desconocimiento del mantenimiento requerido por sus equipos y/o no contar con quien les ofrezca asesoría y refacciones.